
Abstract
Las metodologías de educación musical se han centrado tradicionalmente en las capacidades y la competencia del profesor. Sin embargo, el paradigma está cambiando hacia un enfoque más centrado en el estudiante, reconociendo la necesidad de comprender la posición del estudiante y el próximo paso en su viaje de aprendizaje (McPherson y Zimmerman, 2011). La Euterpe Music Methodology (), propuesta por Rowland Astudillo, propone un cambio formal de paradigma en la educación musical, enfocándose en la zona de desarrollo próximo del estudiante e integrando a su educación los 3 pilares fundamentales del aprendizaje musical: la técnica, la teoría musical y el repertorio.
Aprendizaje centrado en el estudiante
La EMM promueve una pedagogía centrada en el alumno, planteando que el papel del docente es secundario y que lo fundamental en una clase de música es la identificación del estado actual de cada alumno en las 3 aristas fundamentales de enseñanza musical y el próximo paso en su camino de aprendizaje . Esta idea se alinea con la Zona de desarrollo próximo de Vygotsky, que enfatiza la importancia de identificar la brecha entre lo que un estudiante puede hacer de forma independiente y lo que puede hacer con orientación (Vygotsky, 1978). Al enfocarse en este espacio, los maestros pueden enfocar su enseñanza de manera efectiva, facilitando un crecimiento sustancial en la habilidad musical del estudiante.
Consonancia entre teoría, técnica y repertorio
La EMM encuentra como necesaria la integración de la técnica y teoría musical con el repertorio que el alumno va aprendiendo. Este enfoque se lo puede llamar como Modelo de Práctica Integrada, que sugiere que la práctica y enseñanza musical debe implicar una interacción de los tres pilares fundamentales del aprendizaje musical (técnica, teoría, y repertorio), fortaleciendo así la comprensión y la aplicación efectiva de este. Tanto previamente en los ejercicios de calentamiento, como a medida que los estudiantes aprenden una nueva pieza, estos estudian simultáneamente la teoría (incluido el entrenamiento auditivo) y la técnica pertinentes involucradas en dicha pieza, lo que les lleva a una comprensión más holística de la música y a su vez les permite generar caminos mentales para poder aplicar lógica musical, y así interpretarla de forma efectiva y fluida, sin lesiones y de manera considerablemente menos estresante que si lo hicieran utilizando simplemente su memoria.
Música en la mente
En la EMM se anima a los alumnos a entender que la música es un fenómeno que existe en la mente de forma previa a que se manifieste a través de sus manos, voz y/o instrumentos. Esta noción se correlaciona con el estudio de Williamon y Valentine (2000), que demostró que la representación mental es clave para una buena interpretación musical. La práctica mental, incluida o no la audición, se incorpora al proceso de aprendizaje, de tal forma que el/la estudiante pueda figurar, de forma previa a la emisión de algún sonido, lo que desean que suene en lo posterior. Esto permitirá al intérprete evaluar de forma inmediata si lo que está interpretando es correcto o no, y eventualmente adelantarse a este proceso con lo que su ejecución poco a poco será más precisa, por lo cual la importancia de internalizar la música mentalmente antes de la expresión física.
Comprender la musicalidad
Además, la EMM enfatiza la importancia de saber por qué algo suena bien o no en la música. Este concepto complementa los principios de la escucha crítica, una habilidad esencial para los músicos, tal como lo describe Biasutti (2015). Al incorporar elementos de escucha crítica en su aprendizaje, los estudiantes desarrollan un oído agudo para discernir la calidad musical y diagnosticar el desempeño propio o ajeno, con una visión técnica y no moral. Requerimiento necesario para poder avanzar sin afectaciones en su propia autoestima o de la persona evaluada.
Conclusión
La Metodología Musical de Euterpe procura redefinir prácticas tradicionales de educación musical al adoptar un enfoque centrado en el estudiante. Alinea las técnicas de aprendizaje y la teoría musical con el repertorio actual del estudiante, enfatiza la representación mental y promueve habilidades de escucha crítica. Promete desarrollar en los estudiantes una comprensión holística de la música y equiparlos con las habilidades necesarias para continuar sus caminos musicales. A medida que los educadores y las instituciones implementan la MME, se necesita más investigación para explorar su impacto a largo plazo en los resultados de aprendizaje de los estudiantes.
Referencias
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McPherson, G., & Zimmerman, B. (2011). Self-Regulation of Musical Learning: A Social Cognitive Perspective. En R. Colwell & P. Webster (Eds.), MENC Handbook of Research on Music Learning (Vol. 2, pp. 130-175). Oxford University Press.
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Vygotsky, L. (1978). Mind in society: The development of higher psychological processes. Harvard University Press.
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Williamon, A., & Valentine, E. (2000). Quantity and quality of musical practice as predictors of performance quality. British Journal of Psychology, 91(3), 353-376
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Biasutti, M. (2015). Teaching Improvisation through Processes. Applications in Music Education and Implications for General Education. Frontiers in Psychology, 6, 926.