top of page

Depresión: Un silencio que necesita ser escuchado

Actualizado: 12 ene

Imagina despertar cada día sintiendo como si tuvieses un peso tal en tus hombros, que te es muy difícil levantarte. O que sientes un vacío tal y apatía por la vida, que pierde total sentido. Las tareas más simples, como ducharte o contestar un mensaje, se sienten como escalar una montaña infinita. Por fuera, todo parece normal, pero por dentro, hay una tristeza profunda o un  vacío que no se llenan.


Así viven las personas que están pasando por una depresión. La depresión es una patología, es decir, una enfermedad. No se cura "echándole ganas" o "mirando el lado positivo de la vida". La depresión no se cura con voluntad, ni desaparece mágicamente con pensamientos positivos. Estos pensamientos, y a veces comentarios de otros, pueden ser tan aislantes y dolorosos, que nos hacen sentir culpables y hundirnos más en las emociones que ya estamos sintiendo.


La depresión no es "estar triste" o "tener un mal día". Es una condición compleja que afecta la forma en que una persona ve el mundo, interactúa con los demás y se relaciona consigo misma. Cada 13 de enero, conmemoramos el Día Mundial de Lucha Contra la Depresión, con el objetivo de sensibilizar, orientar y prevenir a la población sobre esta enfermedad. ¿Y por qué es importante tener una fecha para hablar sobre la depresión? Porque, aunque puede hacernos sentir profundamente aislados, más de 280 millones de personas en el mundo comparten esta experiencia. Este dato no busca consolarte con números, sino recordarte que no estás solo: hay una red invisible de personas que enfrentan una batalla similar.


Pasar por una depresión no es una condena. Esta entrada tiene principalmente como objetivo que te sientas visto, acompañado y escuchado, pero además compartiré contigo herramientas prácticas para manejar la depresión, así como otras para acompañar a alguien con depresión. Espero que esta lectura te acompañe, ayudándote a sentirte menos solo si tú mismo, en carne propia, la estás viviendo, o si estás acompañando a alguien en tu vida que la esté atravesando.


¿Cómo se siente la depresión?


Si tú estás atravesando depresión, probablemente ya conozcas bien ese vacío que parece tragarte por dentro. Para quienes no la han experimentado, es difícil poner en palabras lo que significa:


  • Es despertarte cada mañana y sentir que un peso invisible te hunde en la cama. O también, que estás en tal estado de piloto automático que igual te levantas, pero no sabes realmente para qué. 

  • Es cuestionar si alguna vez volverás a sentir alegría, aunque esté frente a ti.

  • Es una batalla silenciosa con tu mente, que te llena de pensamientos como “no eres suficiente” o “para qué lo intentas”.


Para quienes están cerca de alguien con depresión, puede ser desconcertante. Tal vez intentas ofrecer apoyo, pero te encuentras con un muro de aislamiento o respuestas que parecen desinteresadas. Es importante recordar que la depresión no es un signo de debilidad, ni un fallo personal, sino una enfermedad real que requiere comprensión y paciencia.


La importancia de buscar ayuda


Hablar de buscar ayuda puede ser difícil, especialmente cuando la depresión se alimenta del estigma y la vergüenza. Sin embargo, los datos son claros: las personas que acceden a tratamiento tienen una mayor probabilidad de recuperación. Según la OMS, el acceso a terapia y, en algunos casos, a medicamentos puede reducir significativamente los síntomas en un gran porcentaje de los casos.


Si te resulta difícil dar ese paso, está bien. No tiene que ser perfecto, ni inmediato. Tal vez comience con un mensaje a un amigo de confianza, o con el simple acto de reconocer que necesitas ayuda. Eso, en sí mismo, es un acto de valentía.


Cinco cosas que puedes hacer si te sientes deprimido


Cuando estás atrapado en la oscuridad de la depresión, cualquier acción, por pequeña que sea, puede parecer abrumadora. Sin embargo, dar pasos pequeños y amables hacia ti mismo puede marcar una diferencia significativa. Aquí hay cinco cosas que puedes intentar:


  1. Habla con alguien en quien confíes: Puede ser un amigo, un familiar o incluso un profesional. Compartir lo que sientes con alguien que pueda escucharte sin juzgar puede aliviar un poco la carga. No necesitas encontrar las palabras perfectas; basta con un simple "no me siento bien y necesito hablar".


  2. Divide el día en pequeños pasos: Intenta enfocarte en una sola cosa a la vez. Tal vez sea levantarte de la cama, tomar un vaso de agua o salir a caminar cinco minutos. Celebra esos logros, porque cada pequeño paso cuenta.


  3. Busca momentos de conexión con el presente: Prueba ejercicios simples como respirar profundamente durante unos minutos o prestar atención a los sonidos y sensaciones a tu alrededor. La meditación guiada o técnicas de mindfulness pueden ayudarte a anclarte al momento presente, aunque sea solo por unos instantes.


  4. Haz algo que solías disfrutar, aunque no tengas ganas: La depresión puede robarte el placer de las cosas que antes amabas, pero intentar retomar una actividad que solías disfrutar, como leer, dibujar o escuchar música, puede ayudar a encender una chispa. Incluso si al principio no parece ayudarte. A veces pensamos que la motivación precede a la acción, pero realmente es al revés: cuando hacemos algo, esto es lo que nos motiva para continuar.


  5. Sé amable contigo mismo: Recuerda que no tienes que ser perfecto ni exigirte más de lo que puedes manejar en este momento. Trátate como tratarías a un ser querido: con paciencia, compasión y respeto por lo que estás viviendo. Date permiso para sentirte vulnerable y busca consuelo en pequeños gestos de autocuidado, como tomar un baño tibio o preparar una comida sencilla que disfrutes.


Estas acciones no curarán la depresión de inmediato, pero son un recordatorio de que cada pequeño movimiento hacia el bienestar importa. Lo más importante es que no tienes que enfrentar esto solo; buscar ayuda profesional y rodearte de apoyo emocional puede marcar el comienzo de un camino hacia la recuperación.


¿Cómo acompañar a alguien con depresión?


Si estás leyendo esto como alguien que quiere ayudar a un ser querido con depresión, aquí hay algunas cosas que pueden marcar la diferencia:


  1. Escucha sin juzgar: A veces, lo más poderoso que puedes hacer es simplemente estar ahí, sin ofrecer soluciones ni consejos no solicitados.

  2. Reconoce su dolor: Frases como "te entiendo" o "es válido sentirte así" pueden ser más reconfortantes que intentar minimizar su experiencia.

  3. Sé paciente: La recuperación no es lineal, y habrá días buenos y malos. Acompañar a alguien con depresión significa aceptar ambos.

  4. Cuida de ti mismo: No puedes brindar apoyo si estás completamente agotado. Asegúrate de establecer límites saludables y buscar tu propia red de apoyo si lo necesitas.


Los seres queridos a menudo sienten impotencia, frustración o incluso culpa al no saber cómo ayudar. Si estás en esta posición, quiero decirte algo importante: no es tu responsabilidad "arreglar" a nadie. Tu presencia y apoyo son valiosos, pero la recuperación es un proceso que necesita tiempo y, muchas veces, ayuda profesional.


Un recordatorio final


La depresión no define quién eres. No eres tus pensamientos oscuros, ni tus días difíciles. Eres mucho más que esta lucha: eres alguien que merece amor, apoyo y comprensión. Si estás acompañando a alguien, recuerda que tu papel es importante, pero no tienes que cargarlo todo en tus hombros. Hablar de depresión no es fácil, pero es necesario. La recuperación puede ser un camino largo y lleno de altibajos, pero es posible. Muchas personas que han enfrentado esta enfermedad logran salir adelante y, en el proceso, descubren una nueva fortaleza en sí mismas.


Si hoy todo parece oscuro, quiero invitarte a hacer una pausa y recordar que no estás solo en esta lucha. Hay personas que han estado donde tú estás y han encontrado la salida. También hay personas a tu alrededor, aunque quizá no lo parezca, que desean ayudarte.


Hoy quiero que te lleves esta reflexión: ya sea que estés luchando con depresión o ayudando a alguien más, cada pequeño paso cuenta. Desde levantarte de la cama hasta ofrecer una palabra de aliento, todo suma. Y en este camino, incluso cuando parezca imposible, hay esperanza.


No estás solo. Y nunca lo estarás.


Si necesitas más recursos para transitar un proceso de depresión, o acompañar a alguien que lo esté transitando, tienes varias opciones:


Con cariño,

Nicole 

Comentarios


bottom of page